El carácter problemático de la vida.
El film comienza por situarnos en los imponentes Alpes austríacos, donde viven los pobladores de la pequeña aldea de Sankt Radegund. En esta vida tranquila el trabajo diario es esencial para conseguir el alimento y, en ella, el director Terrence Malik nos muestra -con la vida de los Jägerstätter- la complementariedad del hombre y la mujer, que trabajan juntos en la construcción de un proyecto común: un hogar.

Pero esta vida tranquila, que “parecía construida en lo alto de las montañas” pronto cambia. Una amenaza se cierne desde el exterior: los nazis, la guerra. Y nos hace cuestionarnos un primer asunto: ¿es el mal algo que nos amenaza desde afuera? ¿o es algo que se fragua en el interior de los hombres?
En este contexto se nos presenta al protagonista, Franz Jägerstätter. Sus circunstancias serán las coordenadas para ayudarnos a entender su vida. Una persona con raíces fuertes (familia, comunidad, religión) y con una identidad clara. Franz se sitúa en el presente como un ser narrativo: como “alguien quien es”, con un pasado conquistado, integrado; y como un “alguien quien será”.

Con la irrupción de los nazis en su hogar, esta tranquilidad desaparece. Vemos con mayor hondura el carácter problemático de la vida. Nos encontramos ante unas circunstancias que interpelan a un hombre y ante las que él debe responder. Su actuación contraria a los nazis hará que los demás hombres le pregunten: “es que pretendes cambiar el mundo? ¿piensas que esto cambiará la guerra?”, pero Franz se mantendrá firme en sus creencias.
Vemos a un hombre que, sin buscar espectáculo, busca dar razón de sí mismo: de quién es. Y, al mismo tiempo, vemos a un hombre que busca seguir el sentido, que Viktor Frankl define como “la interpretación del deber de cada vida concreta”. Irá descubriendo el sentido del momento en una situación ciertamente adversa, que le irá abriendo camino, le irá haciendo ver con mayor claridad, el sentido de su vida.
Con gran maestría el director pasará de mostrarnos la grandeza del mundo -usando el recurso visual de la naturaleza- hasta detenerse en la aparente pequeñez de la vida un hombre. Él, Franz Jägerstätter, con una historia y con un recorrido único, y nadie más en su lugar, se hará cargo de lo que le toca. Decidirá situarse en el mundo de modo responsable. Y su vida oculta, ocupando el campo de acción que le corresponde, llegará a dejar huella y a escribir una historia original.
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